Después de descansar y un buen desayuno nos pusimos en marcha para llevar a cabo la segunda etapa. Se prometía dura, era la que en teoría tenía más metros de altitud acumulada.
Se empezada en Bossost y se acababa en Vilamos. La primera subida de unos 10 km dió paso a un falso llano de dientes de sierra para prepararnos otra subida. La comida fue en Bossost tipo bocata que nos sentó de fábula. 
Este segundo día fué bastante bueno en líneas generales. Subí bien me encontre bien…. las bajadas, la falta de práctica y técnica me hace sufrir demasiado. Tambien es verdad que no me gustan las bajadas…
La ruta estuvo llena de senderos, vistas espectaculares, pistas que no se acaban nunca….. y agua mucha agua. En fin un día completo de BTT. A la noche nos tocó compartir habitación en la fonda. Más que una habitación parecía el camarote de los hermanos marx¡¡¡¡ no cabíamos ni con las bolsa debajo de la cama…. fue divertido pero también un poco agustiante. En fin….
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