A quien le expliques la idea de un viaje como este , te comenta muy claramente que porqué lo quiero hacer sólo. Que siempre es mejor hacerlo acompañado por si … te pasa algo, por si necesitas algo … o tan sólo porque incluso lo ven peligroso. Es verdad que compartir es mucho mejor que hacer las cosas por  ti mismo. Es una conversación que siempre la he tenido con Baldu, y a demás estoy de acuerdo.

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Esta es la tercera vez que me planteo una aventura de este tipo. La primera fue el camino. La verdad es que estuve bastante tiempo solo pero me acabé enganchando a mi colegas vascos. La segunda fue la transpirenaica. Mi idea fue hacerla a medias,  no toda entera y sólo, pero la verdad es que fue una delicia hacerla entera y acompañado con dos grandes personas como Olga y Fer. Aprovecho para enviaros un abrazo.

Esta es mi tercera intentona. Creo que físicamente y psicológicamente lo puedo hacer… y la verdad necesito este tipo de retos en mi vida…ahora. SAMSUNG CAMERA PICTURES Sí que es verdad que son muchos días, 15 días en total, de los cuales 13 pedaleando …cierto.. pero es Francia, un país civilizado, todo bien organizado y con una infraestructura genial para poder abordarlo. Creo que mi karma me solicita hacerlo este año.

He encontrado bastante información sobre los cicloturistas y sus aventuras y la mayoría lo hacen en solitario o como mucho en pareja. Yo no tengo ni he tenido ninguna pareja que quiera compartir conmigo este tipo de aventuras… razón de más de hacerlo sólo. En este blog explica muy claramente los pros y los contras de ser cicloturistas.

http://nosinmibici.com/2011/11/29/viajar-en-solitario/

Como resumen estrago unos párrafos.

El cicloturista solitario es en realidad un espécimen abundante. Debido a que esta forma de viajar sigue siendo minoritaria y algo desconocida, no es fácil encontrar compañeros de ruta. En mi caso, a veces ni los encuentro para dar una vuelta el fin de semana. Así que somos bastantes los que preferimos lanzarnos a quedarnos en casa arrepintiéndonos por no haberlo hecho.

Ciertamente, cuando uno empieza en esto por su cuenta, se encontrará menudo con que no tiene con quien viajar. A algunas personas les desagrada esta perspectiva, e incluso les desmotiva hasta el punto de renunciar al viaje, lo cual es una pena. Respetando, como no podía ser de otra manera, una decisión tan personal, me gustaría con este post animar a todas estas personas a superar esa comprensible aprensión tan íntimamente ligada al carácter y la personalidad de cada uno.

Yo he hecho casi todos mis viajes en solitario, y no sólo no me arrepiento, sino que además ha sido siempre una gran experiencia. Incluso en algunos creo que fue mucho mejor ir solo que acompañado, aunque ciertos viajes largos, como el último que he hecho por Europa, se me han hecho… pues eso, largos. No soy el prototipo de viajero romántico que prefiere partir solo, para mí nada mejor que una buena compañía, pero no renunciaría a un viaje por el hecho de no encontrar con quien ir.

A continuación os comento las ventajas y los inconvenientes que veo yo en esto del viaje en solitario.

Ventajas de viajar solo:

-La primera, y para mí más importante, es evidente. Todo viaje es en realidad un viaje interior. Cuando uno viaja solo esta afirmación cobra todo su sentido y el viaje se convierte en una experiencia única e íntima. Viajar solo es profundamente enriquecedor y contribuye al crecimiento interior. Uno es su propio compañero de viaje y forzosamente desarrollará un dialogo interno muy útil a la hora de conocerse a sí mismo. Descubriremos nuevos aspectos de nuestra personalidad, no necesariamente positivos, que nos ayudarán en nuestra evolución vital. Creo que reencontrarnos con nosotros mismos es la mejor razón para viajar en solitario.

-Tendremos una perspectiva del mundo muy diferente y a menudo más interesante. Nos sentiremos de alguna forma espectadores del teatro de la vida, y haremos reflexiones que jamás podríamos tener en compañía. Viajar solo supone romper nuestra posición vital y cotidiana en el mundo, lo que a menudo es un gran estímulo emocional e intelectual.

-Descubriremos habilidades y facultades que nos eran desconocidas. Nos daremos cuenta de que somos más autosuficientes de lo que pensábamos, lo que nos dará más seguridad en nosotros mismos y aumentará nuestra autoestima. También conoceremos mejor nuestros límites y aprenderemos a aceptarlos, lo cual es especialmente útil a la hora de evitar frustraciones.

-La sensación de libertad. Podemos tomar las decisiones que queramos sin depender de nadie y sin dar explicaciones: levantarnos cuando nos dé la gana (un lujo), perder más o menos tiempo en uno u otro sitio (gran fuente de polémica viajando en grupo), ir a nuestro ritmo (una gran suerte, tanto para los lentos como para los machacas), comer y dormir cuando y donde queramos, equivocarnos sin miedo a las críticas, no tener que hacerse esperar (se acabó el estrés en las paradas de urgencia escatológica) etc. En fin, ser libre es una ventaja impagable.

-Viajar solo no es sinónimo de soledad. Al contrario, a menudo es más fácil conocer gente y ésta suele ser más interesante. No es nada raro acabar comiendo o tomando unas cervezas con compañeros eventuales de viaje e incluso compartir varios días de trayecto, mejor acompañado a veces que si uno hubiera partido en grupo. La verdad es que la persona que viaja sola despierta bastante simpatía entre otros viajeros y los locales.

Los inconvenientes que destacaría son:

-Obviamente, sentirse solo en determinados momentos. Esto claro depende mucho del carácter de cada uno. A mí me ocurre poco, pero es verdad que a veces puede no ser una sensación agradable, especialmente en los momentos difíciles. En este caso no tendremos con quien compartir las penas. También, cuando disfrutamos de un paisaje espectacular o de un momento excepcional de nuestro viaje, echaremos de menos a alguien con quien compartirlo (esto me pasa a menudo). Las personas más propensas a la melancolía pueden forzar situaciones de socialización, como comer en las mesas comunes de los campings o dormir en albergues (personalmente me parece una práctica de alto riesgo, dado que el cicloturista necesita un buen descanso nocturno, algo difícil de encontrar a veces en los albergues). Otro buen consejo es llevar un diario en el que anotar las experiencias de la jornada; el diario es el mejor compañero del viajero solitario (junto con un libro, ligero por supuesto, y un reproductor mp3).

-Es necesario planificar con más detalle, pues no contamos con ayuda para solucionar los problemas derivados de una mala planificación. Conviene dejar un plan del viaje lo más detallado posible a familiares o amigos, por si acaso, y comunicar con ellos de vez en cuando (sobre todo para decirles que el plan ha cambiado, como no podía ser de otra manera).

-Siempre surgirán situaciones en la que nos tendremos que buscar la vida para no dejar la bici o el equipaje expuesto a robos, ya que no tenemos a nadie que nos lo vigile. El ejemplo típico es cuando hay que comprar algo en el supermercado con la bici cargada. Mi método consiste en hacer las compras siempre en los pueblos y en pequeños comercios, y dejando siempre la bici a la vista desde el interior. En grandes supermercados, intento pedir permiso para meterla en un rinconcito.

-Me parece muy importante cuando se viaja solo llevar dos tarjetas de crédito siempre separadas (a no ser que se lleve todo el dinero que se piensa gastar, en cuyo caso sólo llevaría una, siempre separada del dinero claro). Si viajando solo se nos pierde la tarjeta estamos jodidos, ya que no tenemos a nadie para que nos preste dinero.

-Personalmente, la situación que peor llevo es el hecho de comer solo, especialmente cuando me doy un homenaje en un restaurante.

-Viajar solo es más caro. No se puede compartir ningún gasto y en muchos países los precios de los hoteles son igual para una habitación simple que para una doble. ¡Y en algunos es más cara (Eslovenia y Croacia, por ejemplo)

Por supuesto, casi nunca se sale en las fotos.

Como podéis ver, las ventajas, a pesar de ser menos numerosas, si tienen más peso, por lo que mi consejo en caso de duda sería siempre agarrar la bici y echarse al monte. Estoy seguro de que siempre será una experiencia inolvidable.

Personalmente no creo mucho en las fórmulas de encontrar compañeros por internet, especialmente cuando se viaja en bici. Veo bastante complicado encontrar una persona afín y con las mismas expectativas y filosofía cicloturista que uno… y como dice el refrán, más vale solo, que mal acompañado. Y de todas formas, siempre tendréis una compañera con la que indefectiblemente terminaréis hablando en esas largas rectas de la carretera o ascendiendo duros puertos de montaña: vuestra fiel bicicleta, a la que a buen seguro ya habréis puesto nombre al final del viaje.

Bueno como véis casi hay más inconvenientes que ventajas en esto de ir sólo… pero se parece al matrimonio… todo el mundo sabe que acabas separándote y peleado .. pero todos quieren casarse..

En base a este documento… los siguientes posts los centraré en los preparativos previos , necesarios para que nada falle o por los menos falle menos.

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