He estado leyendo diversos artículos sobre las recomendaciones de vivir el presente, el hoy, el ahora…..disfrutarlo cada día como si fuera el último. Desde luego son afirmaciones que cualquier persona las entiende, acepta , las comparte e incluso las práctica o ……debería.

He de reconocer que en mi caso y supongo que debido a ese peso gris que tengo encima de mis hombros que no para de tener descargas ….no es tan fácil de aplicarlo. Hace un tiempo escribí un post sobre los sueños, sobre como nos sentidos al soñar e imaginarnos… cosas bonitas y agradables.

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Por desgracia no siempre es fácil… y influencias externas o internas no te dejan fluir de manera positiva y el placer de soñar futuro… se puede llegar a convertir en ansiedad.. Es en este momento, que pierdes la noción del hoy, del aquí y del ahora y quizás,  no disfrutas del presente como deberías hacerlo. La imaginación es fantástica,  en el fondo te domina a ti ……..pero a veces la realidad supera la ficción y suceden cosas que no llegas ni a imaginar ( quizás sí desear).  Lo experimenté el pasado viernes, era un día que me lo había imaginado, soñado y hasta planificado… pero sin duda no fue tal y como lo soñé. Y como fué? sin duda increíble. Y cual fue el secreto…? disfrutarlo en cada momento, cada momentoera irrepetible, no se volvería a dar  y por eso debía sacarle provecho…. no imaginar más como debía ser sino disfrutar cómo estaba siendo… sin más.. vivir el día…. y bien seguro que lo conseguí.Estoy encantado y feliz de cómo fue. Empezó ya el miércoles anterior…. de buena mañana…al medio día (ummmmmm )  y acabó el propio viernes o mejor  sábado a la mañana.

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Las recomendaciones posteriores fueron buenas, no pienses más,  no planifiques, no imagines, no desees más y ya veremos …. si….  tan sólo vive ese momento… el futuro… no debes coartarlo…ya se verá……fué espectacular.

Como dice una frase… el pasado no lo podemos cambiar, el futuro no sabemos como será y lo único que sí tenemos claro es el hoy, el aquí y ahora… y a eso le llamamos presente. Es una práctica que Baldu me recomienda repetidamente que ponga en práctica para liberar tensiones y pensamientos “tóxicos” y he de reconocer que tiene razón, intentaré ponerlo en práctica… seguro que me irá bien.. y disfrutar cualquiera tarde, día o momento.

Ligado a vivir el presente… leí un artículo muy interesante de Sylvia Bejar, una sexóloga que comenta un post de cómo mejorar las relaciones sexuales en pareja aplicando Mindfulness. Se llama:

http://www.sylviadebejar.com/sexo-y-mindfulness-ii-llegar-no-es-el-objetivo/

Habla de cómo llegar al orgasmo de una manera no planificada… ni pensando en el futuro… de como será sino disfrutarlo del momento… de esas curvas, de esos besos y caricias, de esos gemidos y protuberancias … Sylvia comenta …..

Imagínate que vas caminando por un bosque, disfrutando del paisaje, los olores, los sonidos de la naturaleza. Te sientes feliz, completamente feliz, disfrutando del momento. Pero, ¡huy!, me olvidaba, resulta que llevas a un chiquillo a tu lado y a cada cinco pasos te pregunta: “¿Cuánto falta para llegar? ¿Queda mucho? ¿Cuándo llegaremos?” Adiós dicha absoluta, ¿no? Pues así es cómo viven muchas personas, ¡la mayoría!, su vida sexual: perdiéndose lo mejor, empecinadas en comerse la guinda, léase alcanzar el orgasmo, ¡qué, tantas veces, ni siquiera es tan maravilloso!*

 

 

El post es realmente interesante, al margen de las recomendaciones sexuales… que siempre son bienvenidas 😉 , las podemos paralelizar a mis afirmaciones anteriores… relacionadas con …. vivir….desde luego .. sexo es vivir.

Existen dos formas de vivir nuestra sexualidad: la primera tiene como objetivo alcanzar el orgasmo y todo lo que se hace busca ese fin. Los besos, las caricias, las palabras… todo, va dirigido a lograrlo. La segunda tiene como objetivo el placer del momento, es decir, los besos se dan para gozar de ellos, las palabras se dicen para disfrutarlas y excitar a quien las oye (y las dice, por supuesto), al igual que las caricias… Todo se hace en presente y con la curiosidad de “a ver a dónde me lleva”. Dicho de otro modo, cada cosa que sucede durante el encuentro es un fin en sí mismo.

 

 

Vaya¡¡¡¡ sin duda es lo que me dice Baldu¡¡¡¡¡¡¡

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Es más, si dejas de lado la obsesión por la meta y te centras en disfrutar del viaje (=encuentro exploratorio en busca de lo que nos gusta a ti y a mí), te relajarás: ¡adiós ansiedad de cumplir, de llegar, de que las cosas sean de una manera determinada! Y gracias a esa supuesta renuncia (que es más bien un beneficio), y a esa actitud de aventurero curioso, de vamos a jugar y ver cómo logramos sentir y disfrutar más, podrás descubrir nuevas sensaciones, prácticas y experiencias.

Mis conclusiones

Pasada ya una semana de la experiencia del “hoy” la recuerdo con satisfacción…. más que el “posible mañana” .. Intentaré poder mantenerla y disfrutarla como si mañana no existiera…….volcarme como si fuera el último día … disfrutando del camino que discurro  y no imaginando el  destino… que seguramente ni existe. Quizás el quedarse a vivir en el propio bosque de Sylvia es más reconfortante que salir de él……aunque estés perdido en él……:)

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