Buen bueno bueno.. ya ha pasado. Ayer volví de la primera aventura del 2013. No estuvo mal , nada mal.
El tema pintaba fatal, pocos días de entreno… pocos o ninguno, la semana anterior hubo unas lluvias torrenciales que destrozaron la mayoría de los lechos de los ríos, de los caminos, los puentes y numerosos pueblecitos. En dos horas se produjo un diluvio que junto con la inmensa nieve acumulada hicieron que la madre naturaleza destrozase todo lo que se encontraba por el camino. Por su suerte no hubo ningún herido pero sí muchos daños materiales. Este hecho nos hizo dudar mucho sobre si hacerla o no ….pero la insistencia de la organización fue básico para que la pudiésemos hacer. Isac, la persona de Era Roda, se curró unas rutas completamente nuevas ya que la mayoría eran impracticables. Pues día a día las revisó, las trazó, las retocó y las optimizó y ahí las teníamos listas para gozarlas.
Llegamos a viella sobre las 19 h después de tres horas y media de camino… joder que lejos está la Vall. Fué ir al hotel, esperar al resto de colegas y para la oficina donde hacíamos el último pago y nos daban todo el material. Una cenita suave 🙂 y a dormir … bueno al concierto de ronquidos, que mañana se presentaba durillo.
Etapa 1.
La primera etapa era más corta de los previsto debido a los problemas de las riadas. Estaba previsto hacer unos 70km pero al final nos quedamos en unos cuantos menos. Para subsanar ese contratiempo… Edu y Eugenio le pidieron una «extensión»…. para que a la tarde pudiéramos desfogarnos. La verdad es que para ser un primer día ya tuve bastante. Fué un primer contacto con la Vall y con el asiento de mi Ronalda.
Llegamos sobre las 15 horas comimos, fué una salida suficiente para mi nivel. No me apunté a la Extensión, sabía que podía hacerlo pero con el nivel que traje lo hubiese pagado caro los siguientes días.
Estuvimos pedalenado por la zona baja de la Vall, la zona más catigada pro el diluvio. Bossost era un drama. Casas destrozadas, puentes y carreteras desaparecidas…. ahora entendidos lo que nos comentó Isac. Aún así la ruta fue genial, se disfrutó y acabé suficientemente entero como para afrontar… el día siguiente.
La extensión fue dura , unos 16km , un asenso de 12 con 800 de desnivel y el resto una trialera de las que sufro como un cosaco. El sentido común se impuso al impulso.
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