A menudo hablamos de vivir la vida, de aprovechar el momento, de vivir intensamente lo que surja… fluir. Está muy bien pero no tengo muy claro que realmente lo hagamos. A menudo dejamos para más adelante oportunidades únicas, singulares sin darnos cuenta que no serán igual, quizás parecidas pero nunca igual. Lo que si tengo claro que , ese aprovechar el momento, debe ser ético, positivo y que no vaya en contra de tu interior. No debes tener remordimientos una vez hecho. El Sentir-Pensar-Actuar debe estar alienado.

Unos suelen recitar la famosa frase Carpe Diem… comunmente reconocida como Vive el momento que, por cierto es incorrecto , en verdad es Carpe diem quam minimum credula postero” y significa Aprovecha cada día, no te fíes del mañana, frase más adecuada a mi exposición.

Creo que aunque nos empeñemos en decir que aplicamos Carpe Diem lo que realmente hacemos es Procrastinar … palabreja de moda que sin duda no existía pero que realmente aplicamos muy a menudo.

Procrastinar es  posponer o aplazar tareas, deberes y responsabilidades por otras actividades que nos resultan más gratificantes ( más fáciles) pero que son irrelevantes. … Procrastinamos por diversos motivos: pereza, vagancia, estrés, ansiedad, perfeccionismo, miedo al fracaso, impaciencia o por sentirnos saturados de responsabilidades.

El caso es que nebó, sí si hace días que nieva y fuerte. No ha nebado lejos, si no muy cerca y eso siempre atrae. La pandemia nos había alejado de las grandes montañas en invierno. Siempre me ha gustado escaparme a la montaña nebada y disfrutarla. Berga y más concretamente Rasos de Peguera es una de mis preferidas. Voy a menudo o, mejor dicho, voy cuando hay nieve y la pandemia lo permite.

Lo dicho desde hace unas semanas nieva y ha nebado mucho y también en la zona de Rasos pero eso que ni corto ni perezoso me he saciado de nieve. Han estado tres días separados, intensos de nieve. Cuando digo intensos no me refiero a largos. Han sido intensos de nervios, de ganas, de que hiciera buen tiempo, que hubiese nieve… etc.

Y así ha sido. He querido compartir esta ilusión con gente, el…. oye.. ha nebado, te vienes? aprovechemos es un pimpam. Pues curiosamente no he tenido todo el quorum que pensaba. Debe ser que el «vive el momento» no aplica a ciertas personas y son más aficionados a procrastinar, diría yo por pereza.

No se. .. a mi no me importa porque voy sólo, ya me he acostumbrado a hacer la mayoría de cosas solo. También es verdad que después tengo a los incondicionales, mola.

La ruta fue exactamente la misma. No muy larga. Adecuada para entrar en contacto con la naturaleza, la nieve, los amigos y quitarse ese gusanillo que la pandemia nos ha instaurado.

Si quieres descargar la ruta pincha aquí.

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