Como siempre digo, explicar cosas de manera fácil y que se entienda, no es nada fácil, y valga la redundancia. Utilizo las metáforas como vehículo de comunicación y la verdad es, que suele salir bastante bien, creo.
Las relaciones humanas y más concretamente la relaciones de pareja es un tema que ya lo he intentado analizar, describir, disertar, entender…….etc., en numerosas ocasiones, quizás con éxito dispar. Desde los modelos de relación modernos… y fáciles como los LAT ( Living a part together) hasta pasando por las relaciones extrañas y curiosas como las que llevaba a cabo mi amigo el Sr Hyde. Siempre intentando entender motivos para después justificar actuaciones , actitudes o reacciones, a menudo inexplicables, como todo lo relacionado con el corazón.
Una vez leí un artículo publicado por Risto Mejide que me gustó mucho. Explicaba o describía o mejor, comparaba, las relaciones sexuales entre dos personas, con la acción de cocinar. Es un artículo divertido y curioso…se llama Hazte el amor, publicado ene El Periódico el 15 DE JUNIO DEL 2014.. os lo recomiendo.
Esta tarde pensaba en eso, en las relaciones de pareja y una posible analogía con comida. Reflexionaba en cómo cada uno de nosotros podríamos ser un ingrediente en un manjar, en una comida o un plato.. o simplemente un triste piscolabis, es decir …… en una relación. Cada uno de nosotros podríamos adoptar una figura, un rol, un personaje en definitiva y, pensando en «clave comida», ser un ingrediente específico en función de cada relación. Pensando ya en detalle … en esta metáfora podemos atrevernos a decir que en cada una de las relaciones que tenemos siempre somos algo diferente, sin duda. A menudo eres el condimento final.. el complemento teóricamente ideal que da color a la relación, a veces el aglutinante. Otras veces eres … el agua… el ingrediente base necesario del inicio que sirve para crear la receta… (relación). En alguna relación eres el espesante, el que da la contundencia y peso a la misma, eres la harina que da volumen .y poco más. En las más cortas eres tan sólo una pizca de nada que ni se te nota… en la receta , es decir en la relación.
Así podríamos definir los diversos ingredientes que se utilizan en cada recetas, sus muchas combinaciones …… como pasa en las relaciones ( todas diferentes, cada una especial). Para mí uno de los más curiosos es, la SAL. Ingrediente necesario, valioso y muy preciado. Para todas y cada una de las recetas, desde platos principales, de segundos, hasta según que postres…..y relaciones.
Últimamente está siendo muy utilizada en platos ya cocinados, la mayoría de éstos muy insípidos por falta de compromiso al cocinar (relaciones existentes). Lo utilizan para dar color a ese soso manjar, para dar gusto y vida a ese plato ( relación) ..ya de por sí … sin cuerpo. Tu, SAL, alegras y reavivas sus raciones (individuos de una relación).
Te utilizan para intentar activar su plato, en su justa medida.. y después, una vez lo han conseguido……… ya no te quieren más; sí molestas SAL. En exceso eres cansina, demasiada SAL… no gusta, incluso es perjudicial… curioso cuando te toca hacer el rol de la SAL. Cuando la SAL es utilizada en un plato de este tipo siempre pasa igual….. SAL cuánto te hecho de menos cuando no te tengo y como nos sobras cuando yo lo tengo condimentado (¿arreglada, activada, reconocida…..la relación ?.
El nombre de SAL… es como el del turrón, aquel que su nombre ya sabe a Navidad,…… como SAL. SAL… por suerte o por desgracia siempre haces tu función; condimentas, alegras, das vida y color… y después literalmente e inapelablemente … te dicen sal … y se acabó tu función.
Como me decía Teresa…. la SAL tiene otras características curiosas, es frágil, fácilmente destrozable y además, por desgracia, demasiado dependiente, demasiado soluble cuando es aplicada en platos ( relaciones) , pierde su fuerza, tan sólo queda su esencia en el tercero. Como siempre SAL.. ayudas a crecer a los demás ….. perdiendo tu personalidad. Tu fuerza se diluye en el medio donde es aplicada, pierdes tu personalidad y sueles dar sentido al plato ( relación) donde se te aplica. Como siempre que existe en un plato precocinado ( a tres), siempre hay uno que entrega ( la SAL), uno que recibe y otro que se beneficia….. curioso…. como los tríos amorosos
Quizás el rol de la SAL … es este ……no ser nunca un ingrediente principal, tan sólo un mero intermediario que ayuda a mejorar los platos ( las relaciones) existentes. Bueno … algún día seguro que tocará ser la guinda que alegra la receta…. Siempre bien preciada y valorada, siempre dulce ….. sabrosa, roja y carnosa…Ostras últimamente los post me salen de comidas… ¿ será que se acerca la Navidad?
😉
Ahhhh por cierto… pensando pensando pensando… si tenemos que ser ingredientes… que animemos a tercer platos precocinados… mejor ser … pimienta… a que alegramos, damos el toque y el gusto.. y nunca, nunca nos diluimos…..
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[…] es un pasada…….¡¡¡¡ os acordáis de mis posts…..sobre daños colaterales, toma de deciones, fin de ciclos…. […]