Nos hemos levantado a una hora adecuada para poder desallunar con fuerzas, Por mi experiencia se que siempre cuesta mucho arrancar, y más con acompañantes poco o nada expertos.
El desalluno correcto… Y venga a cavalgar. La salida de Llançà se hace por el GR11, el mítico. El camino es abrupto y con muchas muchas piedras, muy típico de la sierra de Albera. Las primeras sensaciones son my buenas, al tete le gusta,,,, pero aun no sabe lo que le espera.
El gps marca muy bien los caminos y no hay pérdida ninguna, vamos sorteando desvios como si hubiera hecho ese camino dos millones de veces. El sol apreta y las primeras dosis de agua van disminuyendo. Vamos recargando en fuentes de los pequeños pueblos y localidades que vamos descubriendo.
La salida de Llança es para recordar por su dureza y rampas. El resto del paisaje no destaca mucho, es seco ya que se quemó hace un tiempo y la vegetación es escasa. Quizás el pantano de Boadella es lo más interesante de esta ruta. El trozo de salida tambien es duro de narices y además el calor empieza a ser muy fuerte. Al final hemos llegado a tope hora de sol. No queríamos demorar la salida y llegar al sitio de dormir para descansar.
Es una casa rural, no tiene servicios por no tener , ni cobertura de móvil ni wifi.
Para cenar hemos tenido que ir a un camping a 2 km de distancia, a un camping… nos hemos puesto , como se dice tibios de cenar.
El tete como un jabato. Las subidas las aguanta sin rechistar, teniendo en cuenta que, llevamos 12kgr de peso y que nunca ha ido en bici…. denota que es Plantà. Mañana segunda etapa… dura dura dura dura dura.
No responses yet